Lourdes, un solo mensaje
La
aparición de María a Bernardette aporta un solo mensaje. No es profética,
es
decir, no anuncia acontecimientos como en alguna aparición de antes y en todas
las posteriores. Proclama simplemente su Inmaculada Concepción. No como simple honor
recibido, sino como portento actuado
en ella para bien de la Humanidad, y mérito también de ella.
Resulta que una mujer, el único ser de
linaje humano, está libre de pecado y con poder absoluto sobre el príncipe del
pecado, el ángel caído. El demonio no le tiene ningún poder: es la Humana que
no ha podido tentar, es el único ser humano sobre los ángeles. La envidia por
esto le arrebató de los cielos. Le cruje
al príncipe de este mundo, de nosotros, que día tras día su tentada sea la que le pare sus mil pies. Más aún que no teniendo él
cabeza real ni peso, un pie humano pueda aplastarle su cabeza. La Mujer… la Trinidad... el Amor. Dios