4 jul 2014

UNA DERROTA DE MARÍA... PARA GANAR LA GUERRA

  Debemos prepararnos, como los apóstoles, para afrontar tiempos de derrota.
Las generaciones que no percibieron que el tiempo se acaba eran y son de gentes ya muertas en vida. Hay victorias indubitadas, avaladas por el sacrificio de muchos (P. e. Lepanto). Hay derrotas que nos hunden si no nos mataron antes.
  Hay una derrota en la Historia que llamamos Contemporánea -precisamente en su inicio- muy escandalosa, por su aparente poco fruto. Más flagrante fracaso resulta si tuvo su origen en el mejor tratado de la devoción a María que hasta ahora se haya escrito. El de San Grignon de Monfort (). La guillotina de la RF  parece que también hubiera cortado el brazo detente de María.
LA VENDEE
Aquel martirio sembró y siembra todavia. Y aquella sangre pareció inútil. Quedó en balde aquella devoción hasta el martirio? Desde luego que la historia inmediata posterior acakkó su sacrificio, Es imposible que no emerja. Está claro que no se nos es dado saber cuándo, Si  lo supiéramos actuaríamos  con la expectativa de retribución
  Los historiadores nunca se pondrán de acuerdo si no admiten el factor humano, es decir la falibilidad personal que es como decir su capacidad de acierto y su propensión al pecado. Hay un libre albedrío constituido por encima de sus cadenas, de su adn roto.
Un indio pronto a ser sacrificado, tras años de terror y algunas semanas de felicidad, sentía temblor ante aquel destino incomprendido,como el chino de  sus antípodas sirviendo atemorizado al emperador en la fábrica de su tumba. Estos seres aterrorizados preconstituyen a Cristo, preconizan toda la filosofía occidental, El escándalo de la  Cruz inmerecida, vicaria, por otro, e lufar de todos. Esta empatía con la culpa ajena es el orige de la literatura occidental. Solo puede haber novela desde la piedad, la misericordia y el perdón, por eso solo ha habido novela en el mundo cristiano y por eso mismo la novela contemporánea está en crisis en cuanto no contempla el drama humano del pecado
.. Antes de la Encarnación hay mas dolor que tras ella
Esta revolución copernicana  de paradigma  se produce en un punto del espacio y del tiempo concreto. No es fruto universal de la introspección humana, aunque es claro que está desde todos los lugares de la existencia y que el hombre lo busca