26 jun 2014

VAMOS A CONTAR CUEVAS


- Lourdes y Mallorca pirenaicas: vamos a contar cuevas béticas . Apúntense.
Recupere cada cual su recuerdo mariano infantil. La  Señora de Lourdes se esconde en la rocosa geografía de las haciendas mallorquinas, que han perdido el oriente de la belleza mariana-mediterraea. Los foráneos  descubran el prepírineo bético insular de María.

   El hecho es que en Mallorca hay muchas representaciones del milagro de la aparición a Bernadette: en cuadro o retablo, pero sobre todo en exteriores, a una escala que se quiso que pareciera natural. Tan natural  en los jardines de la segunda mitad del s. XIX que aprovecharon las piedras aristadas del sotobosque mallorquín, sin utilidad arquitectónica. Hablamos de esas piedras miliformamente  horadadas,  descartadas hasta para muros de piedra seca y al mismo tiempo veneradas, en espera de entender el servicio que podían dar. A finales del siglo XIX, a estas piedras, de pronto,  se les encontró  ubicación jardinera y devota, cuando  la naturaleza y la arcadia agrícola,  frente al hormigón urbano, se las comenzó a reivindicar. La rocaille mallorquina una  vez más reivindicaba las raíces de sus matas lentiscas  en aquellos huecos paleólogos

Debemos suponer  que estas cuevas de Lourdes  son efecto de las primeras peregrinaciones mallorquinas, el souvenir  entero transportado. Mas también  que la epifanía de Lourdes los mallorquines la sintieron como efecto propio del fervor a la Inmaculada, a la Pureza de María.

Todas las cuevas de Lourdes mallorquinas siguen el mismo canon: apropiarse de la aparición, pues no intentan reproducir exactamente la gruta de Lourdes, sino darle versión local. Unas manan agua, otras son secas, unas muy floridas

 

¿Los jardines crean la cueva o  Lourdes crea los jardines? Había en Mallorca un poco de tradición  grutesca settecentesca ilustrada. Más el vero platonismo mallorquín  natural, cavernícola se entiende sólo con María .

Muchas han sido eliminadas en la creencia mundana de que  eran obra de  moda  de mal gusto, y la muchas que han sobrevivido ha sido más bien  por indolencia. Conocemos pocas que  hayan mantenido el decoro o la devoción. Pues tal ha sido nuestra ruina espiritual.

 

No es un tema de patrimonio artístico, o de historia del arte por ahora. Lo será  cuando ya no les quede devoción. Entonces se protegerán. A los Hospitalarios nos mueve proteger ya su legado espiritual.